domingo, 31 de mayo de 2020

Patriarcado, crimen y sociedad postedipica en dos obras de Hugo Salcedo: Hacia un teatro de emancipación


Este ensayo parte del análisis de dos obras teatrales de Hugo Salcedo (Noche estrellada sobre el campo de pepinos y Nosotras que los queremos tanto) a partir de las cuales se ‘ensaya’ una hipótesis de trabajo tendiente a construir un fantasma fundamental de la dramaturgia mexicana de frontera (norte y sur) a confirmar por futuras investigaciones. Se postula la declinación de la función paterna en la sociedad post-edípica o permisiva como axioma del cual se desprenden los trastornos familiares que –siguiendo el concepto de ominoso tal como Freud lo definió— desembocan en violencias de todo tipo (incesto, abuso infantil, animalización, abusos sexuales y extremos siniestros de los mandatos impuestos por las tradiciones culturales, incluido el patriarcado y la religión). Se trabaja sobre los contextos del crimen y la posición de las mujeres, su explotación y sufrimientos, pero también los diversos grados de complicidad con el machismo y la sociedad heteronormativa. Las obras de Salcedo aquí consideradas, al carecer de una conclusión y justicia poética declamadas desde la escena, parecen plantear una recepción tendiente a generar un efecto de indignación que ponga en debate los principios éticos del público. También se explora hasta qué punto ya se puede hablar en el teatro latinoamericano de una praxis teatral orientada a la emancipación de la alienación promovida por el neoliberalismo.


Fotografía gentileza de la fotógrafa Adriana García, con motivo de la puesta en escena de Nosotras que los queremos tanto, de Hugo Salcedo, a cargo el grupo “Argonautas Teatro" UAEM, Universidad Autonoma del Estado de México en la ciudad de Toluca” y publicada en la Revista Pasadizos el 22 de abril de 2015.

sábado, 30 de mayo de 2020

Jerzy Grotowski y la peligrosidad de los prólogos

Jerzy Grotowski, 1973, Foto: Aleksander Jalosinski / Forum.


El ensayo es una aproximación preliminar a la relectura crítica de Hacia un teatro pobre, de Grotowski. Considerando la versión en inglés (1968) y la traducción al español (1970), se cuestiona la pertinencia, los beneficios y hasta los obstáculos que la nota escrita por la traductora Margo Glantz, la nota anónima y el prefacio de Peter Brook aportan, cuando no desvirtúan, la lectura de la propuesta del maestro polaco. Esos prolegómenos, que en su momento presentaron a Grotowski a un público occidental, pueden ser hoy considerados en parte responsables del dogmatismo con el que se dispersó su enseñanza por el mundo y del misticismo que rodeó a la figura del maestro. Se hace, pues, necesario, revisar esas lecturas para liberar los textos grotowskianos y abrirlos a perspectivas contemporáneas en la praxis teatral.